Voluntariado Karit en el Sur 2012

Día 1 y 2

¡Que grande es el mundo! ...Y mira que en el mapa que me ponía colgado de la pizarra D. Antonio –mi maestro de Ed. Primaria, bueno, mejor dicho de E.G.B.- parecía como que todo estaba ahí, a la vuelta de la esquina, pero la vuelta se hace un poco larga.

Salí el miércoles 4 de Julio a las 6.00 de la mañana de casa; mi hermano Roberto me llevó a la Terminal 2 de Barajas donde a las 13.00h cogí el primero de mis vuelos, hacia Amsterdam; el avión pasa por encima de la costa de Normandía, sobrevuela Roterdam –que maravilla ver su puerto y sus canales desde el cielo- y a las 15.40 llegamos a Amsterdam. Aunque no tengo que salir del aeropuerto ni hacer ningún trámite de papeleo y tengo un largo tiempo de espera –el próximo vuelo sale a las 21.00, voy en busca de cuál será mi puerta de embarque. El aeropuerto es gigantesco, lleno de tiendas con la camiseta de la selección holandesa –alguna española también se ve-, los típicos zuecos y tulipanes, … pero cuál es mi sorpresa que me encuentro en el aeropuerto con una carmelita que conocí en Perú el año pasado –la HH.CC. Theresia- viaja de vacaciones a su tierra, Indonesia, y aunque su vuelo sale un poco antes que el mío nos da tiempo a tomarnos un zumo de naranja, un sándwich y a charlar sobre Perú e Indonesia (quedamos en vernos en estas semanas en su tierra, la Isla de Sumatra –tierra que hace unos años devastó el tsunami-).

Embarco a las 20.00h rumbo a Bali, aunque haciendo una escala en Singapur Por fin un avión con unos asientos bastante cómodos, con una pantalla en tu propio asiento, con un mando en el que poder elegir música, películas, series de TV,… y resulta que en los asientos de al lado tengo a un matrimonio joven con su hijo de tan sólo dos años –¡pero no veas como maneja el IPad!. Casi 17 horas por delante, un montón de películas por ver, música por escuchar, … pero se me pasan las horas hablando con esta pareja que os comentaba. Ella era de Bali y el era nacido en Amsterdam pero trabajaba en Noruega en una plataforma de gas en medio delmar y el hijo de ambos se llamaba ¡Madrid! Como un día lo lleven al Bernabeu y escuche el ¡Halá Madrid! se le van a poner los pelos de punta jeje.

Y es que cuánta buena gente hay por el mundo ¿no? Estos chicos lo eran, y no se cómo, pero en el poco inglés que me manejo, hemos sido capaces de entendernos –supongo que a veces el querer hace más que el poder-; pasó un poco como con mis alumnos, la mayoría de veces ellos no se explican bien, pero yo les entiendo; pues eso han hecho esos chicos conmigo, aunque yo no me explicaba bien del todo ellos me entendían todo bien.

Lego a Singapur; desde el aire es espectacular, todo verde, los árboles llegan hasta la misma orilla del mar. Impresionante. Parada técnica, bajamos del avión y volvemos a subir en una hora rumbo a Bali.

Llegamos a Bali a las 19.30h. En el aeropuerto dodo bien, ni un problema (hay que pagar la visa para entrar -22 euros- Me acuerdo de la canción de Juan Luis Guerra “Buscando visa para un sueño” y de la suerte que tenemos a este lado del mundo que podemos viajar por el otro lado necesitando llevar tan sólo un puñado de monedas en los bolsillos.)

Al salir me están esperando la Hermana Lucía (vicaría de Indonesia) junto con su sobrina y la hija de esta –mas buena gente- Me llevan a cenar y me traen una especie de sopa con toda clase de vegetales y unas bolas de carne –parece pollo, pero no estoy seguro-, arroz y pollo frito y un coco para beber su agua.

Acabamos de cenar y nos retiramos a descansar a casa de otras Hermanas que hay aquí en Bali. En unas horas cojo otro avión hacia Timor Leste.

Acabo de llegar a Timor, habrán ocurrido más cosas, seguro, pero eso será en otro momento …

P.D. Espero que hoy hayas sido feliz

*Las ventanas dan para hablar de  muchas cosas; en esta podemos ver el Mar de Java debajo de ese manto de nubes. Por esa ventana he visto hoy medio mundo; además de Roterdam o Singapur me ha impresionado ver por la noche las luces de una ciudad como Teherán; quería ver también Nueva Deli pero el sueño me venció. Por esa ventana he visto hoy un mundo que lo hemos dividido en pequeñas parcelas, un mundo en el que sólo los mares parecen mantener su título de propiedad. Hoy me quedo con toda la gente que ha sonreído, en Inglés, en Indonesio, en español, … con toda la gente que ha sonreído.